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Recursos para mantener la motivación del equipo tech

Posted on May 23, 2025, by Borja Pérez

En un mercado cada vez más competitivo, con ofertas de trabajo que cruzan fronteras y sueldos que compiten con cualquier país, mantener a tu equipo motivado no es un lujo: es una necesidad.

La fidelización del talento no se basa solo en pagar bien (aunque ayuda), sino en crear un entorno donde las personas puedan crecer, aprender y sentirse valoradas. La motivación no es un estado permanente; es una energía que se alimenta día a día con pequeños gestos, estructuras claras y conversaciones constantes.

En Manfred, hablamos a menudo con managers técnicos que buscan precisamente esto: herramientas y recursos para fomentar la motivación de sus equipos sin caer en la trampa de la sobrecarga o la burocracia. En este artículo te traemos un compendio práctico de buenas prácticas, ideas aplicables y ejemplos reales para mantener la motivación alta en equipos de producto y tecnología.


1. La base: motivación intrínseca y extrínseca

Antes de hablar de acciones concretas, es clave entender qué mueve a las personas. La teoría de la autodeterminación identifica tres pilares de la motivación intrínseca:

  • Autonomía: sentir que tienen capacidad de decidir cómo y qué hacer.
  • Maestría: mejorar continuamente en lo que hacen.
  • Propósito: saber que su trabajo tiene impacto.

A esto podemos sumar motivadores extrínsecos como salario, beneficios, reconocimiento o promociones. Una estrategia efectiva combina ambos tipos. De nada sirve tener el mejor plan de carrera si el trabajo es rutinario y sin sentido. Y tampoco sirve un entorno con gran propósito si no hay crecimiento ni reconocimiento.

El verdadero reto como manager es identificar qué motiva a cada persona y construir alrededor de ello.


2. Planes de carrera

Los planes de crecimiento no son documentos para cumplir el expediente. Son una herramienta vital para alinear expectativas, dar claridad y fomentar la evolución profesional. Ayudan a que cada persona sepa qué se espera de ella, cómo puede progresar y qué apoyos tendrá para hacerlo.

Buenas prácticas

  • Cocreación: que la persona trabajadora participe activamente en diseñar su plan. No es un documento impuesto, sino acordado.
  • Revisión periódica: una hoja de ruta sin seguimiento no sirve. Idealmente, se revisa cada trimestre.
  • Conexión con oportunidades reales: no prometas una promoción si no hay vacantes abiertas. Sé transparente.

¿Quieres saber cómo crear un buen plan de carrera? Aquí te dejamos una guía sobre cómo hacerlo.


3. Feedback continuo (y bidireccional)

Un equipo motivado sabe dónde está y hacia dónde va. El feedback no puede limitarse a la evaluación anual. Debe ser frecuente, claro, equilibrado y sobre todo, sincero. El feedback es una herramienta de conexión humana, no un formulario a rellenar.

Buenas prácticas

  • 1:1 regulares: semanales o quincenales, con espacio para hablar de más que tareas. Un espacio seguro.
  • Feedback ascendente: que las personas puedan dar feedback a sus managers y al equipo directivo. Escuchar también es liderar.
  • Formato estructurado: lo informal está bien, pero tener una plantilla ayuda a no olvidar aspectos importantes.

Cuidar el tono, el momento y la intención del feedback es tan importante como el contenido. El objetivo no es corregir, sino crecer.


4. Formación continua y acceso al aprendizaje

Aprender es uno de los mayores motivadores para perfiles técnicos. El desarrollo de nuevas habilidades, la curiosidad intelectual y el reto constante son parte esencial de la motivación en tecnología. Si no encuentran oportunidades de mejora en tu empresa, las buscarán fuera.

Buenas prácticas

  • Presupuesto individual de formación: no solo para cursos, también para libros, conferencias o certificaciones.
  • Tiempo asignado y protegido para aprender: no sirve de nada permitir formarse si siempre hay una urgencia que lo impide.
  • Cultura de compartir lo aprendido: una persona aprende, el equipo gana. Organiza sesiones internas, brownbags o demos.

5. Autonomía y ownership sobre el trabajo

No hay nada que desmotive más que sentir que tu trabajo no importa, que no puedes decidir cómo hacerlo o que todo está ya decidido. La autonomía real empodera. Y la propiedad genera compromiso.

Buenas prácticas

  • Equipos con misiones claras: y foco en resultados, no en tareas. Saber el "para qué".
  • Decisión técnica delegada: elegir stack, arquitectura o cómo implementar. Confianza profesional.
  • Transparencia total sobre el negocio: compartir contexto permite decidir mejor.

La autonomía no significa ausencia de dirección. Significa confianza, claridad y margen de acción.


6. Reconocimiento (honesto y frecuente)

El reconocimiento no debe ser solo monetario. Un "buen trabajo" a tiempo puede tener más impacto que un bonus mal comunicado. Reconocer es ver al otro, valorar su esfuerzo y dar sentido a lo que hace.

Buenas prácticas

  • Celebrar logros pequeños y grandes: no esperar al cierre de trimestre para agradecer.
  • Reconocer comportamientos, no solo resultados: esfuerzo, actitud, colaboración.
  • Crear rituales de reconocimiento: reuniones, mensajes, dinámicas en Slack.

Lo importante no es la herramienta, sino que el reconocimiento sea genuino, coherente y constante.


7. Proyectos especiales y rotación interna

La rutina es una de las mayores amenazas para la motivación. Dar la opción de explorar nuevas funciones, cambiar de equipo o liderar una iniciativa especial puede ser un revulsivo.

Buenas prácticas

  • Hackatones internos: espacios para explorar ideas fuera del roadmap.
  • Proyectos piloto o de innovación: asumir retos fuera del día a día.
  • Rotación por productos o roles: con apoyo, objetivos claros y tiempo definido.

8. Claridad sobre el impacto del trabajo

Saber que lo que haces sirve para algo es uno de los mayores motivadores. Si el equipo técnico no ve el impacto de su trabajo, se desconecta. La conexión con el resultado final es clave.

Buenas prácticas

  • Compartir resultados del negocio en All Hands: no solo métricas técnicas.
  • Contar historias reales de usuarios: testimonios, casos de uso, feedback directo.
  • Cerrar el loop entre desarrollo y cliente: que lo que construyen tenga eco en la realidad.

El propósito no es algo que se anuncia. Es algo que se demuestra, cada semana.


Motivar no es animar, es construir contexto y oportunidades

Mantener motivado a un equipo técnico no es cuestión de discursos inspiradores o frases en la pared. Es un trabajo constante de escucha, alineación, reconocimiento y oportunidad. Es crear un entorno donde cada persona vea cómo puede crecer, aportar y ser parte de algo que merece la pena.

Si lideras un equipo técnico, elige una o dos de estas prácticas y ponlas en marcha. Habla con tu equipo. Pregúntales qué necesitan para estar motivados. Porque la mejor herramienta de motivación no es una plataforma: es una conversación honesta.

Y si te interesa seguir profundizando en cómo liderar mejor, en Manfred seguimos compartiendo guías, herramientas y aprendizajes reales para que construir buenos equipos técnicos no sea una utopía, sino una práctica consciente y compartida.

Posted on May 23, 2025, by Borja Pérez