Las 10 peores preguntas para una entrevista de trabajo

Publicado el 17 de enero de 2023, por Antonio Rodríguez

Siempre traemos buenas prácticas o ideas sobre lo que hay que hacer, pero… ¿Qué CARALLO hay de lo que NO hay que hacer?

Tanto si eres tú quien hace las preguntas, como si quieres saber cuándo te tienen que saltar las alarmas: aquí un recopilatorio de las 10 preguntas que no han de hacerse jamás en una entrevista de trabajo (IT Edition).

1. ¿Cuál es tu lenguaje de programación favorito?

Probablemente, esta pregunta aparezca como relleno y demuestre poca profesionalidad o capacidad por parte de quien la lance. 

No conseguiremos mucho más que entrar en los gustos o preferencias de la persona candidata, que para nada representan su capacidad y/o aptitud para el trabajo a desempeñar.

2. ¿Estarías dispuesto/a a aceptar unas condiciones diferentes a las ofertadas?

Bueno, creemos que es sencillo, ¿no? Si no puedes cumplir algo, no lo ofrezcas ;).

Lo único que puedes conseguir es:

  1. Una respuesta negativa por parte de la persona a la que entrevistas
  2. Una respuesta positiva, que probablemente no haya meditado con la suficiente calma y que, seguramente, traerá problemas en el futuro

3. ¿Cuántas bombillas hay en Australia?

O, ¿cuántos enchufes hay en Nueva York? O, ¿cuántas ventanas hay en Ciudad Real?

Siglo XXI, ya va siendo hora de darnos cuenta de que este tipo de preguntas, que tratan de “romper con los esquemas”, lo único que hacen es perder tiempo tanto de la persona que pregunta como de la que responde. 

4. ¿Dónde te ves de aquí a X años?

Como diría aquel: “a ver dónde estamos mañana, primero”. 

En este tipo de preguntas el objetivo es claro: averiguar tanto los planes de futuro de la persona que responde, como su capacidad de organización y proyección de futuro. 

El problema es que con ella también nos metemos en la vida privada de la persona que recibe la pregunta. Puede ser que no lo tenga claro, que atraviese una situación que no le permita tenerlo claro, o, que simplemente le incomode la pregunta. Sea como fuere, aquí el fin no justifica los medios.

5. ¿Cuál es el http error cuando obtenemos un "Request Entity Too Large"?

En general, todas las preguntas tipo trivial que tengan que ver con desarrollo.

Lo único que conseguiremos con una pregunta de este tipo es medir la capacidad de memorización de la persona entrevistada, no su verdadero potencial como desarrollador/a. Vaya, para algo se inventaron las pruebas técnicas. No es el formato ni el momento para lanzar una pregunta de este tipo. 

Además, este tipo de preguntas que buscan la capacidad para tener memorizado el conocimiento, de poco sirven en la era de los buscadores web 😄. No evalúes el conocimiento o aptitud de alguien por algo que podrá averiguar en dos clicks.

6. ¿Cuál es tu animal favorito?

En general, en este apartado englobamos todas las preguntas de relleno sobre gustos / preferencias / aspectos banales de la vida de la persona entrevistada.

Ojo, porque hay alguna excepción. Si el objetivo es reducir la tensión y estamos en una entrevista cultural, no es mala idea lanzar alguna pregunta sencilla de responder para que la persona entrevistada se tranquilice. 

Otra cosa es introducir una pregunta de este tipo entre las preguntas serias, con la intención de probar un juego psicológico con la persona entrevistada. 

7. ¿Cuál es tu principal defecto?

Probablemente, aquí haya dudas. ¿Es malo preguntar por los defectos? No. La pregunta es: ¿qué quieres conseguir? ¿Averiguar la capacidad de la persona entrevistada para salir del paso y, con un juego de palabras, atribuirse un complemento? Entonces, go on. Ahora bien: no te servirá para nada

Si realmente queremos conocer más a fondo a la persona, hay otro tipo de preguntas más acertadas y que no sitúan en la persona entrevistada el amargo papel de autoevaluarse en directo. Preguntar por las virtudes, por ejemplo, nos puede contar lo mismo, o más, con su respuesta, que preguntar por los defectos.

8. ¿Por qué buscas un trabajo en desarrollo?

La intención de la persona que lanza esta pregunta probablemente sea la de conocer las motivaciones de quien tenga delante, para poder tener un mapa mental más amplio sobre él o ella. 

La realidad es que esta pregunta, si bien no tiene por qué ser malintencionada, puede generar unas expectativas culturales en la respuesta que hagan que la posición de la persona entrevistada cambie si su contestación no se asemeja a los estándares. 

¿Es realmente importante por qué esa persona pretende conseguir el puesto de trabajo? ¿Y si ese por qué damnifica un cómo espectacular? Es decir, ¿y si tienes delante una persona cuya motivación no encaja con los estándares sociales de lo que es la productividad o la construcción de carrera, pero es una magnífica persona trabajadora? ¿Y si la respuesta honesta es “para ganar dinero” y eso no quita que sea una magnífica trabajadora?

9. ¿Por qué dejaste tu anterior empleo?

De nuevo, puede que las intenciones del o la entrevistador/a sean honestas y lo único que quiera conocer es la capacidad analítica de la persona entrevistada. No obstante, el efecto que conseguirá es, a ciencia cierta, uno completamente diferente.

Primero, el entrevistado o la entrevistada puede entenderlo como una situación crítica: si el motivo por el que abandonó su anterior empleo fue traumático, vergonzoso o no es procedente, haremos pasar a esa persona un mal rato. 

Segundo, y como consecuencia, lo que obtengamos sea una respuesta genérica. 

Tercero, y más importante, es una información que no necesitamos tener. Los motivos por los que la persona que estamos pensando en contratar para nuestra empresa haya tomado ciertas decisiones en su vida privada -independientemente de que sean referentes al ámbito laboral- son completamente ajenos al interés que nosotros tenemos por esa persona. 

10. Preguntas sobre identidad, religión, creencias políticas, orientación sexual… 

Creemos que es hasta obvio incluir este apartado, pero por si acaso no lo es, que quede claro que es EL MÁS IMPORTANTE. 

Este tipo de preguntas suponen un modo de discriminación evidente y la respuesta de la persona entrevistada debería sernos indiferente para tener en cuenta su contratación. Vamos, ES DE CAJÓN. 

En conclusión, lo más importante en una entrevista, más allá de los objetivos que queramos conseguir, es respetar, en todo momento, los límites de la persona que tenemos enfrente. 

Hay que andar con pies de plomo para no contribuir a ampliar la brecha entre entrevistador/a y entrevistado/a. No olvidemos que tenemos una persona enfrente, con sus sentimientos, sus principios y derechos.

Publicado el 17 de enero de 2023, por Antonio Rodríguez
Etiquetas: Comunidad tech
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